26/6/15

Erich Maria Remarque: "Sin novedad en el frente", la obra maestra antibelicista


Durante la historia contemporánea, la literatura ha sido un medio bastante adecuado para expresar las realidades sociales y políticas. Una buena novela es la cual sea como un espejo apuntado hacia la sociedad, representando la honestidad y demostrando la verdad en el marco de un cuento sofisticado pero con la inspiración por la realidad social. Unos ejemplos perfectos de la novela constructiva, según se explicó antes, son los libros: "1984" por George Orwell, "El extranjero" por Albert Camus y "Los miserables" redactado por Victor Hugo.
La presentación del espíritu de guerra y sus maldades, fue realizado exitosamente en el libro del escritor alemán: ٍErich Paul Remark, nacido el 1898, quien después fue conocido por su seudónimo: Erich Maria Remarque.


Erich P. Remark


Al comenzar a quemarse Europa en el fuego de la primera guerra mundial que iba a durar cuatro años (1914-1918) tras el asesinato de Frenz Ferdinand (el archiduque de Austria-Hungría), Remark se ingresó a la campaña horrorosa de la guerra internacional como un soldado joven alemán. A pesar de herirse físicamente en la guerra, sin embargo llevó consigo para siempre, el dolor del alma que fue causado por la destrucción, miseria y las bajas de soldados por el ardiente conflicto. «había sido destruida por la guerra, no obstante haber escapado de la metralla»
Casi diez años después de la primera guerra mundial, Remarque publicó su libro "Sin novedad el frente". En este libro, el escritor ha tratado expresar las maldades de las guerras y la miseria y desgracia que trae consigo, entonces se lo puede clasificar como una obra maestra anti-belicista y anti-guerra. "Sin novedad en el frente" fue tan eficiente que no solo logró recibir el premio nobel de la literatura, ademas resultó la fundación de una competencia llamada "el premio de la paz en honor de Erich Maria Remarque", en la que desde entonces se convoca en Alemania una vez cada dos años.

Cabe destacar que la novela dentro muy poco tiempo logró ganar fama y fueron vendidos un millon de ejemplares en un año y media, la fama del libro hizo romper las fronteras y llegó a traducirse en 50 idiomas (También fue traducido en español y en farsi). La novela incluso pudo dar sus propias influencias al cine, a este respecto fueron producidos dos películas en base de la obra de Remarque: uno en 1930 que logró recibir dos premios oscar, y la otra mas famosa creada en 1979, que obtuvo el Golden Globe.




Al haberse aparecido el tercer reich en Alemania, la novela anti-belicista no fue tolerado por el régimen nazi, ya que "Sin novedad en el frente" demostraba la mala y la horrorosa que era la guerra y asimismo difundía mensaje de la igualdad humana, mientras Hitler quería guerra y poder y creía en el racismo y fascismo. El odio tuvo mas poder: todos los libros de Remarque fueron quemados, y así se desposeyó la nacionalidad del autor, Remarque ya no se consideraba alemán para el régimen nazi, entonces tuvo que abandonar su patria y exiliarse en París, luego fue a Suiza y después emigró a Estados Unidos, donde pudo adquirir la nacionalidad. Después de la segunda guerra, volvió a Locarno de Suiza donde falleció el 1970.

Esta novela tiene valor de leerse una y otra vez, el escritor del blog de "mis manuscritos" lo he leído en persa y en español. El libro fue traducido de Alemán (con el nombre original: Im Westen nichts Neues) al Castellano por Manuel Serrat.

En condición de que no se haya la violación del derecho de autor, podrán descargar el libro digitalizado en español pulsando AQUÍ. Si quieran comprar la novela, hagan el click AQUI o AQUÍ 


***

El protagonista de la novela es Pablo (Paúl) Bommer, un estudiante joven alemán de que tras ocurrir la primera guerra mundial, se convence por parte de Kantorek, su profesor de bachillerato para que abandone el colegio junto sus compañeros, para poder participar en la tempestuosa guerra y defender a su patria:

Todavía lo veo delante de mí, preguntándonos con los ojos relampagueantes tras los cristales de las gafas y la voz conmovida:—Iréis todos, ¿no es cierto?

Remarque cree que en estas ocasiones no había alternativa, si los estudiantes rechazaban la movilización para la guerra, se nombraban "Cobarde" por la sociedad. Para el, eso tiene la culpa la educación, que nos atonta. "Existen miles de Kantoreks y todos están convencidos de que lo que hacen" Entre los estudiantes, Joseph Behm fue el que resistió a venir a la guerra pero al final fue convencido de asistir en el frente. El destino para Behm fue amargo:

”Casualmente, Behm fue de los primeros en caer. Recibió una bala en los ojos durante un combate y lo dejamos por muerto. No pudimos recogerle porque debimos retroceder precipitadamente. Por la tarde lo oímos gritar y vimos cómo se arrastraba por el campo. Sólo había perdido el conocimiento. Como no podía ver, zigzagueaba loco de dolor, sin aprovechar ninguna defensa, sin cubrirse. Así le mataron a tiros desde el otro lado, antes que nadie de nosotros hubiera podido salir a buscarlo.”

Durante toda la novela, se puede sentir el ambiente seco, espantoso y furioso de la guerra y en mismo momento adorar a "la paz" como el logro mas importante de la convivencia humana. La perdida paulatina de los amigos de la trinchera y observar que como la guerra puede causar daños a los aspectos materiales y espirituales de la vida, fueron descritos perfectamente por el autor de la obra. En algún momento Napoleón Bonaparte había comentado que "toda la historia humana esta constituida por guerras causadas entre los soldados que no se conocen, a favor de dos personas que se conocen y no hacen (directamente) la batalla". No es irrelevante si relacionemos la frase anterior con "Sin novedad en el frente": la historia de una guerra entre los soldados en punto de vista de un soldado alemán, una guerra inútil que fue ardida por los poderosos pero apoderada de los soldados, los mismos que sus objetivo son matar a los ciudadanos-soldados de otro país con el mismo objetivo. ¡Que crueldad hace el hombre! Pese a que mi punto de vista sea idealista, cada ejercito piensa que esta defendiendo de sus valores aunque realmente son las tropas convertidas en las maquinas desalmadas controladas por un grupo pequeño o una persona, que contempla(n) en su(s) propio ilusión de adquirir poder. Siempre las victimas son los ciudadanos de ambas partes. 

La novela comienza cuando Pablo y sus compañeros se encuentran a 9 kilometros del frente, en una retaguardia. Algunos de sus amigos son Tjaden, Müller, Detering, Katczinsky y Kropp, el cuarto es el compañero de 40 años que sobrevive casi hasta final de la novela. Kat es el hombre pícaro, tenaz, inteligente y jefe del grupo y sabe como sobrevivir a si y a los demás en las vicisitudes de la guerra, ademas de que es experto en encontrar comida hasta en el desierto. El autor describe el ambiente de la retaguardia:

”Son horas de una maravillosa inconsciencia. Sobre nuestras cabezas se extiende el cielo azul. En el horizonte brillan los globos cautivos, atravesados por rayos de sol, y las nubes blanquecinas de los «shrapnells». De vez en cuando, persiguiendo a un avión, se levantan como una espiga muy alta... A nuestro alrededor se extiende el prado florido. Los tiernos tallos de la hierba ondean levemente. Algunas mariposas vienen hacia nosotros con su vuelo vacilante, planean con sus alas blancas en el aire, suave y tibio, del verano agonizante...”

Kemmerich es otro compañero del protagonista. La bala le atravesó la parte superior del muslo y eso persuade a los médicos para que le amputaran la pie. Kemmerich estaba en reposo en un ambulatorio, su estatus era grave y al parecer nunca mas saldría de ese lugar...

Su pierna está dentro de un cesto de alambre sobre el que se abomba la ropa de la cama. Doy a Müller un golpe de rodilla, pues es capaz de contarle a Kemmerich lo que nos han dicho los sanitarios antes de entrar: que Kemmerich no tiene ya pie; le han amputado la pierna. Su aspecto es horrible. En la cara, pálida y apagada, tiene ya aquellas extrañas líneas que tan bien conocemos por haberlas visto centenares de veces... Su fisonomía se ha difuminado, se ha hecho imprecisa y desteñida como aquellas placas fotográficas sobre las que se han tomado dos instantáneas. Su misma voz tiene un tono ceniciento.




Finalmente muere por el dolor, la anestesia y morfina no fueron suficientes... "Todos sabíamos de qué iba. Era una crisis del frente. Todos la hemos sufrido alguna vez." Pero... es un tristeza contarle a su madre que su tesoro ya esta muerto. Su madre lloraba sin parar, como los nubes tormentosos.,,

Para el autor, la guerra; esta "idioma universal" del odio, hace que el soldado se sienta alienado, la alienación es así tanto que el soldado confrontado entre la vida y el muerte, pierde su identidad y el carácter humano, no sabe como pasan los días, un día se da cuenta que se ha convertido en una maquina desalmada cuyo arma es el medio, y sobrevivir ante las dificultades y la violencia extrema es el objetivo principal para el. Durante la guerra, o matas resistiendo ante el polo opuesto incluido por los soldados igual que tu, o al final mueres.

Durante años enteros, nuestra ocupación ha sido matar; ha sido el primer oficio de nuestra vida. Nuestro conocimiento de la vida se reduce a la muerte.

El autor nos recuerda que el juego espantoso de la guerra se involucra en toda la vida humana, de manera que nadie se siente excluido de la crueldad. Según el autor no existe la juventud en la guerra, todo se vuelve viejo, marchitado e incoloro. La muerte de Kemmerich fue amargo y las lagrimas y sollozas de su madre doloroso. A este respecto, el autor desafía la palabra de "La juventud de hierro" la cual decían a los soldados para mantenerlos apasionados y entusiastas durante la batalla...

”¡Esto, esto es lo que creen ellos, los millares de Kantoreks! Juventud de hierro. ¿Juventud? Ninguno de nosotros tiene más de veinte años, pero no somos jóvenes. Nuestra juventud... Estas cosas son ya agua pasada... Somos viejos, muy viejos nosotros.”


El soldado no solo tiene obligación de confrontarse contra los soldados del ejercito opuesto, sino que tambien debe tolerar ante las desgracias como piojo, enfermedades contagiosas, diarreas y la escasez de comida, medicinas y agua. La guerra es cruel especialmente cuando el soldado vea que otros soldados mueren gradualmente por los bombardeos, artillerías y el ataque enemigo. ¿Pero cual enemigo si ellos son como nosotros? Pablo mata a un soldado francés en la guerra, así describe a esos momentos suplicando:

...Me dirijo al muerto y le digo:—Camarada, no quería matarte. Si volvieras a saltar aquí dentro, no lo haría, a condición de que tú también fueras razonable. Pero ante todo, tú has sido para mí una idea, una combinación que vivía en mi cerebro y que exigía una decisión; es esta combinación lo que yo he apuñalado. Tan sólo ahora comprendo que tú eras un hombre como yo. He pensado en tus granadas de mano, en tu bayoneta, en todas tus armas... Ahora veo tu mujer y tu rostro, aquello que tenemos en común. ¡Perdóname, camarada! Siempre nos damos cuenta demasiado tarde de las cosas. ¿Por qué no nos dicen continuamente que vosotros sois unos pobres infelices como nosotros, que vuestras madres viven en la misma angustia que las nuestras y que todos tenemos el mismo miedo a la muerte, el mismo agonizar y los mismos dolores? ¡Perdóname, camarada! ¿Cómo podías ser mi enemigo? Si tiráramos estas armas y este uniforme, tú podrías ser mi hermano, al igual que Kat y Albert. ¡Toma veinte años de los míos, compañero, y levántate!

A pesar de que las guerras son el fruto de la ambición y odio, pero el autor nos hace recordar que entre muchos elementos, todos los beligerantes están igual y semejante por lo menos en algo: Todos tienen un madre que late su corazón para su hijo. Quizá la parte mas melancólica y dramática del libro es cuando Pablo desea volver a su casa en vacaciones para ver su madre, y se da cuenta que nada es como antes. Su propia habitación le parece extraña, el silencio y la falta del sonido de bombardeos le parece soledad infinita. Los dos años de la guerra y los sonidos ásperos de los aviones y tanques, lo había aislado de la paz y la vida cotidiana. Al mirar a su madre se apoya a la puerta de la casa y empieza a llorar...

Mi hermana abre de golpe una puerta y grita: — ¡Mamá, mamá! Pablo está aquí. No puedo subir ni un solo peldaño más. Me apoyo en la pared y aprieto nerviosamente el casco y el fusil. Los cojo con todas mis fuerzas, pero me es imposible dar un paso adelante. La escalera desaparece ante mis ojos; me golpeo el pie con la culata; rechino mis dientes con rabia, pero soy impotente frente a esta única palabra que mi hermana ha pronunciado; nada puedo hacer. Me violento para obligarme a reír y a hablar, pero no puedo articular ni una palabra; y así permanezco, clavado en la escalera, desgraciado, desvalido, en una convulsión terrible; no quiero y, sin embargo, las lágrimas resbalan sin cesar por mi rostro.

Pablo regresa al frente, el cual ya tiene fuegos mas ardientes por la primera guerra mundial. La novela atrae el lector hasta la ultima pagina y lo confronta con la tragedia y drama, "la paz" se espera pero se logra muy tarde para Pablo y sus compañeros. Capaz el titulo de "Sin novedad en el frente" le convenga con la ultima parte del libro, cuando se mueve la campana del cese de la primera guerra mundial, la campana suena y el frente parece quieto como nunca fuera guerra en los llanos de Europa, ¿y los soldados? Los cadáveres que un día fueron soldados, se habían caídos en el suelo del frente. ¡Ya no hay ninguna novedad en el frente!




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